Todo comenzó inocentemente, las chicas se divertían, primero con almohadas suaves. Y luego el juego empezó a tomar un carácter adulto, es comprensible, la polla dura del hermano era el juguete más divertido, que se puede acariciar y meter en el coño, las hermanas no podían resistirse a tal cosa y se retorcían y acariciaban al principio con las manos, y luego con la boca, afortunado hermano.
Puedo parecer anticuado, pero me encanta el vello púbico y no puedo evitarlo. Yo mismo me habría follado ese jugoso coño peludo, pero el machote se me adelantó. Rubia en el cuerpo. Tiene mucho que aguantar y mucho que meter. Y la forma en que grita con pasión y pone los ojos en blanco. Se nota que le gusta la polla. Es una cosa joven. Con una tía buena así, se te pondrá dura como una piedra).
*Quiero follar*