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La asiática acarició suave y largamente la polla con su lengua, sin olvidar también los huevos. Trabajó cada milímetro, mientras gemía tan lánguidamente que su compañero quería follarla. Su polla cabía entre sus hermosos pechos, y sus rosados pezones se hinchaban. Se tumbó y quiso que se corriera dentro de ella. Acabar sobre su barriga le producía un placer especial. Se acarició la polla con la mano. Ojalá tuviera una asiática así, porque son todas tan temperamentales.
Si tu novia es una perra, considera que la variedad está garantizada para ti. Mira: a esta monada no le importa echarse un polvo con un desconocido por dinero si su novio se lo permite. Lo que me parece más entrañable de esta situación es que ella no le engaña, sino que deja que él mismo decida el asunto. Eso la excita más que el sexo. Cuando cogió el dinero y lo contó, se me puso dura. Decidir quién puede follar con tu novia y quién no es adrenalina y subidón. No me digas que cayó por las 20 bolas de helado que le prometió por ese dinero. Hay algo más que eso. )
ok.......